martes, 6 de octubre de 2015

Que las puertas se cierren, es otra prueba de su gran amor por nosotros.



-       Que las puertas se cierren, es otra prueba de su gran amor por nosotros.
-       En ocasiones nos hemos sentido muy abrumados al tener que decidir entre varias opciones.
-       Qué dilema!  Todas las puertas, todas las oportunidades, se ven tentadoras y llenas de ventajas.  Parecen ser muy buenas todas las oportunidades en el presente.
-       Qué difícil tener que elegir!
-       Es cuando entonces, entramos en ruego ante Dios pidiéndole que nos ayude a seleccionar lo que más convenga a nuestras vidas.
-       A veces parece ser evidente la respuesta de parte de Dios, otras veces no.
-       Como Dios sabe nuestro genuino interés en obedecerle y serle fiel, por su gracia permite que unas cuantas se cierren para ir descartando posibilidades.
-       El problema se acrecienta cuando todas las posibles alternativas desaparecen y no se vislumbra nada en un futuro cercano. 
-       Que mucho nos molestamos, particularmente con Dios, por habernos dejado sin opciones
-       Tranquilo (a), si no fuese así, nos desviaríamos muy fácil del camino.
-       Cuando Dios cierra puertas, nos ayuda a seguir en su voluntad
-       Hay puertas que parecen ser de bendición, pero al cruzarlas se convierten en un perfecto dolor de cabeza.
-       La oración del Padre Nuestro, expresa el anhelo de que Dios nos libre de todo mal. Es más, declara con conformidad: “que se haga tu voluntad”
-       La voluntad de Dios siempre será mayor y mejor a la nuestra. De hecho, es la que conviene.
-       Me conviene que Dios haga su voluntad, me conviene que Él me libre de todo mal.  Me conviene que cierre todas las puertas que me puedan extraviar para siempre.
-       Gracias Dios por todas las puertas que cierras.  Tú ves lo que yo no veo.
-       Gracias porque así me muestras que hacia otra dirección  me llevarás.

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