- La
ley de la siembra y la siega es una ley que no falla.
- De
acuerdo a lo que usted siembre en la vida, eso cosechará o recibirá.
- Si
realmente nos preocupase el futuro, seríam
- Pues
claro. Y es que lo que hacemos hoy, repercute en el mañana.
- Por
eso sabiamente alguien expresó alguna vez, que hay guerras que no valen la
pena, si valoramos la paz.
- Si
deseo vivir en armonía, debo, mientras de mi dependa, vivir como tal y ese
estilo de vida no sólo me acompañará en mi ahora, sino en todo mi porvenir.
- Lo
que queremos recibir mañana, se siembra hoy.
- Hay
frutos que no se ven inmediatamente, pero con el paso del tiempo son notables.
- El
que anhela graduarse con honores y distinciones, no trabaja para ello en la
graduación. Trabaja en ello desde que
comienza a estudiar. La graduación se
convierte en uno de tantos momentos de cosecha que se recibirá por haber
sembrado con esfuerzo una educación.
- Por
lo general, cuando se ha vivido bien, sin lacerar otras vidas, sin entrar en
negocios deshonestos, sin infringir la ley, uno vive confiado del día a día,
porque su siembra ha sido de bien.
- Por
el contrario, quien único debe y puede tener temor de la cosecha, es aquel que
ha sembrado indebidamente.
- Por
eso la Biblia habla de que huye el impío sin que nadie le persiga. Lo que le
persigue es su conciencia a sabiendas de su andar.
- Si
lo que estás recibiendo hoy, no es de tu agrado, probablemente el problema
radica en tu siembra.
- Haz
la prueba. Cambia tu siembra, de seguro
tu cosecha otra será.
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