jueves, 3 de diciembre de 2015

Hemos olvidado lo más sencillo de decir, lo más profundo de explicar, lo más necesario en conocer



-       Si hay algo que continuamente debemos recordar  y hasta repetir, es que Dios nos ama.
-       Entre los años 70, 80 y principios de los 90, aquí en Puerto Rico, era muy común decir y oír como verdad bíblica, como elemento evangelístico: “Cristo te ama”.
-       Quién puede olvidar a un Yiye Ávila decir: “Sonrie, que Cristo te ama”?
-        Muchas personas testifican haber escuchado tal expresión.
-       Muchas personas testifican haber conocido del amor de Dios porque alguien les dijo: “Cristo te ama”.
-       Hace algún tiempo atrás, saliendo del templo junto a un grupo de jóvenes, nos detuvimos a hablar en el estacionamiento de la iglesia. En eso pasó caminando un señor, a quien todos volteamos a mirar.  Mientras él seguía su paso, nosotros volvimos a nuestra conversación.  Para nuestra sorpresa el hombre regresó de inmediato hasta  donde estábamos porque necesitaba hablarnos.  Nos dijo que cómo era posible que lo hubiésemos visto pasar y ni un buenas tardes le habíamos ofrecido y ni siquiera siendo jóvenes cristianos, le habíamos dicho un: “Cristo te ama”
-       Parece una expresión simple pero no lo es.
-       ¿No es emocionante conocer qué alguien nos ama con honestidad?
-       Piense por un momento lo que usted sintió cuando el amor de su vida, se le declaró por vez primera.  La emoción fue muy grande.  La ilusión aún mayor.
-       Cuánto más debe emocionarnos el hecho de que Dios nos ama.
-        Hemos llegado a ser tan eruditos teológicamente hablando que hemos olvidado lo más sencillo de decir, lo más profundo de explicar, lo más necesario en conocer: “Cristo nos ama”
-       A mí me basta conocer para proseguir mi viaje en este mundo que Cristo me ama.
-       No pierdas hoy la oportunidad de decirle a alguien más, lo que tanta felicidad ha traído a tu vida: “Cristo te ama”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario