- Entre
los años 70, 80 y principios de los 90, aquí en Puerto Rico, era muy común
decir y oír como verdad bíblica, como elemento evangelístico: “Cristo te ama”.
- Quién
puede olvidar a un Yiye Ávila decir: “Sonrie, que Cristo te ama”?
- Muchas personas testifican haber escuchado tal
expresión.
- Muchas
personas testifican haber conocido del amor de Dios porque alguien les dijo:
“Cristo te ama”.
- Hace
algún tiempo atrás, saliendo del templo junto a un grupo de jóvenes, nos
detuvimos a hablar en el estacionamiento de la iglesia. En eso pasó caminando
un señor, a quien todos volteamos a mirar.
Mientras él seguía su paso, nosotros volvimos a nuestra conversación. Para nuestra sorpresa el hombre regresó de
inmediato hasta donde estábamos porque
necesitaba hablarnos. Nos dijo que cómo
era posible que lo hubiésemos visto pasar y ni un buenas tardes le habíamos
ofrecido y ni siquiera siendo jóvenes cristianos, le habíamos dicho un: “Cristo
te ama”
- Parece
una expresión simple pero no lo es.
- ¿No
es emocionante conocer qué alguien nos ama con honestidad?
- Piense
por un momento lo que usted sintió cuando el amor de su vida, se le declaró por
vez primera. La emoción fue muy
grande. La ilusión aún mayor.
- Cuánto
más debe emocionarnos el hecho de que Dios nos ama.
- Hemos llegado a ser tan eruditos
teológicamente hablando que hemos olvidado lo más sencillo de decir, lo más
profundo de explicar, lo más necesario en conocer: “Cristo nos ama”
- A
mí me basta conocer para proseguir mi viaje en este mundo que Cristo me ama.
- No
pierdas hoy la oportunidad de decirle a alguien más, lo que tanta felicidad ha
traído a tu vida: “Cristo te ama”.